SEGÚN EL LIS REINOSO AL FINAL CULPARÁ AL RÍO

SEGÚN EL LIS REINOSO AL FINAL CULPARÁ AL RÍO

Llevamos algunas semanas viendo en todos los medios de comunicación, la catástrofe que ha supuesto en la ribera del Guadalquivir, el desbordamiento del río. Nada nuevo ni extraño para nadie, porque todos sabemos que el Río siempre reclama su espacio. Todos conocemos donde está precisamente ese espacio, y a pesar de ello nos empeñamos en construir allí donde el agua llega, nos empeñamos en hacerle la guerra al Río. Es una batalla perdida, y sin embargo, en Lora del Río, diecisiete familias se han visto involucradas en una guerra que nunca quisieron. Su contienda no es otra que la de evitar que el agua los despierte en sus dormitorios, hacer que el fango desaparezca de sus cocinas y que los sumideros traguen agua en lugar de expulsarla.

Fueron llamados a filas para esta lucha el día que el alcalde loreño firmó la licencia de obras, esa que ahora parece que fue un truco de magia de la promotora, que una mañana comenzó las obras y por las noche ya las había terminado. Diecisiete viviendas nada menos, que según el concejal de urbanismo Juan Miguel Parra, fueron construidas temerariamente en la cota 35 y no en la 37.

Para cotas están los vecinos, que deben 21 millones de las antiguas pesetas de hipoteca por propietario, de unas casas que cada varios años serán navegables. Mientras el concejal de Urbanismo y el alcalde de Lora del Río paralizan obras si el balcón mide medio metro más de lo que establece el PGOU, y de ello existen innumerables ejemplos recientes, de las casas en el río no se dieron cuenta, porque al parecer, se hicieron de noche, con nocturnidad y alevosía, y no pueden estar a todas. Como tampoco hicieron caso a las múltiples denuncias hechas por la oposición en los Plenos, entre ellas las del partido al que represento.

Ahora, a un año de las elecciones municipales, la solución es prometer un muro de contención, un muro que pueda acallar algunas bocas y en el que estrellarse las miles de críticas que se están recibiendo por haber construido donde no se debía. Vamos a hacer un gran dique, que cueste a los andaluces 6 o 10 millones de euros o 20, que más da, para salvaguardar unas casas de una riada segura, con pared y sin ella, y todo por no construir donde el río no alcanza..

Que la responsabilidad es de la administración, no cabe duda alguna, pero nadie presenta su dimisión y a nadie se le exigen cuentas. Griñan, sin embargo, ya ha sacado la chequera de los andaluces y a prometido hacer un muro que probablemente no llegue nunca a hacer, entre otras cosas porque es inviable para salvar las casas de una riada (Ley de los vasos comunicantes), pero de hacerse, tengan por seguro, que costará cuatro veces más que todas esas casas juntas. Hagan números y verán como no les salen. A todas luces es mucho más barato y más rentable, echar a este alcalde inepto que construir el dichoso muro.


Por Lora y para Lora
Loreños IndependienteS